VUESTRA NIETA SANDRA, TERMINÓ EL BACHILLERATO.

¡¡¡ Y cómo !!!, puffffff. Sí, papás. Ya trajo las notas ( todo con 10, excepto dos nueves, madre mía ... ), y ahora está preparando la prueba de acceso a la Universidad. Esta año empieza para ella una nueva etapa. Y espero que sea tan buena como la que acaba de finalizar. Seguro que sí.

Este martes fue la fiesta de graduación en su Instituto.  Recogió cuatro Matrículas de Honor. Y otro diploma en el que figura que ha superado Bachillerato con Matrícula de Honor.

Es una pasada. Ha obtenido, en Segundo de Bachiller, una media de 9,75 sobre 10. Y su media, con Primero, es de 9,61. Muchas horas ha tenido que emplear para ello. Nadie le ha regalado nada. Todos somos testigos de los días y días que ha empleado para llegar a este excelente resultado. Estoy muy orgulloso de ella. Y vosotros sé que también. Además, resulta que gracias a su esfuerzo, el primer año de Universidad, no costará nada, lo que es de agradecer teniendo en cuenta las apreturas económicas por las que estamos pasando una amplia mayoría de españolitos. Pero ése es otro tema, del que aquí no hablaré. Bastante hablamos, y se habla ya en todas partes y en todo momento.

Ahora, a la Universidad ( ójala esta prueba de acceso, la que hice yo con el nombre de Selectividad, se le dé fenomenal. No será por no estudiar, y prepararse, eso sin duda ). Dice que quiere hacer un doble grado, ADE y Derecho. Yo, a la vista de cómo se entrega a sus estudios, y viendo que no se conforma con aprobados, ni siquiera con notables, le dije que se lo pensara. Que con una de esas carreras sería suficiente. Siempre la decimos que se relaje, que no hace falta aspirar a sacar estas puntuaciones año tras año.

Pero no lo puede evitar. Ella es así. En fin, que haga lo que quiera, porque vale para hacer todo lo que se proponga. Tiene una fuerza de voluntad y un espíritu de superación, que yo reconozco no tenía. A mí, al igual que le pasa a Iván, con aprobar, aunque él, de momento, consigue notas bastante buenas, me valía. Gracias a esa memoria, que tanto él como yo tenemos, podía preparar los exámenes en mucho menos tiempo, aunque sin sacar, claro está, las notas que ella consigue. Y a vuestro nieto, le pasa igual. Cada uno es como es.Espero que se dé cuenta de que esto ahora le vale, pero no será igual según vaya haciendo cursos superiores y puede llevarse algún susto que otro.

Sé lo orgullosos que estáis de ambos. Que sepáis que os siguen queriendo y recordando.

De nuevo, durante la entrega de los diplomas, no pude evitar sentiros, y mirar varias veces a derecha e izquierda, buscándoos. No os vi, pero sé perfectamente que estabais allí, aplaudiendo a rabiar a vuestra nieta, con lágrimas de alegría en los ojos. Las mismas que ahora se me escapan a mí, mientras os escribo.

Gracias por todo, papás. Gracias, porque sé que desde donde estáis, seguís pendientes de todos nosotros, cuidándonos, y ayudándonos.

Un beso muy fuerte. Os quiero mucho, papás. Hasta dentro de un ratito, como cada noche.