No sólo Iván baila en esta familia. Sandra también, como se puede ver en éste, y en el otro video que os dejé hace ya unos días. Además, está rodado en una de las épocas que más disfrutamos con, y de ella. Aunque ahora seguimos haciéndolo, el inexorable paso del tiempo, hace que todo cambie. Eso sí, su cariño hacia todos, y ,claro está, hacia sus Yoyos Juan y Mari, permanece intacto. Tenéis unos nietos magníficos ( excepto en lo referente a esas peleitas que aún siguen manteniendo casi a diario, claro está ).
Aquí la tenéis, y está realmente para comérsela, en la Comunión de la hija de unos primos de Tere, con 3 o 4 años de edad aproximadamente. Todavía os teníamos con nosotros entonces. Tengo que reconocer que, a pesar de esa terrible mala suerte que tuvimos, compartisteis con vuestros nietos, una de las mejores temporadas de su existencia. Demasiado corta para mi gusto, pero maravillosa y muy intensa. No todos los abuelos, aunque vivan más que vosotros, podrán decir lo mismo, y es muy probable que no tengan la inmensa suerte, como vosotros, de gozar de vuestro nietos con tal intensidad.
No sé describir con palabras, y eso que a mí precisamente no me suelen faltar, el inmenso cariño que les profesabais. Era auténtica devoción. Aún me acuerdo como si fuese ayer mismo, de cuando tú, Papá, esperabas, pegado al ventanal del salón, su llegada. O la ingente cantidad de comida que nos tenías preparada, Mamá, tanto para comer ese día en vuestra casa, como para que nos la llevásemos, en esos envases que nos preparabas. Siempre les hacías lo que más les gustaba: tortilla de patatas, croquetas, esa ensaladilla rusa que nos encantaba, .... Al fin y al cabo, lo mismito que antes de que ellos existieran, hacíais conmigo. Son tantas y tantas cosas, que necesitaría más de una vida a la hora de comentarlas todas. Pero lo iré haciendo poco a poco. No se me ha olvidado ninguna. Ni mucho menos.
Un beso muy fuerte Papis. Aquí os lo dejo. Hasta dentro de unas horitas.
Nota: debo comunicaros que no sois los únicos que estáis disfrutando de todos estos recuerdos filmados, que os estoy dejando en el Blog. Los videos de Iván bailando con su Academia de Baile, han gustado bastante. Más de un comentario he recibido al respecto.
Y en cuanto a los de Redueña, pues deciros que algunos de vuestros amigos los han visto también, y seguro que lo habrán pasado bien al recordar esos años, durante un breve, pero agradable ratito.
Aquí la tenéis, y está realmente para comérsela, en la Comunión de la hija de unos primos de Tere, con 3 o 4 años de edad aproximadamente. Todavía os teníamos con nosotros entonces. Tengo que reconocer que, a pesar de esa terrible mala suerte que tuvimos, compartisteis con vuestros nietos, una de las mejores temporadas de su existencia. Demasiado corta para mi gusto, pero maravillosa y muy intensa. No todos los abuelos, aunque vivan más que vosotros, podrán decir lo mismo, y es muy probable que no tengan la inmensa suerte, como vosotros, de gozar de vuestro nietos con tal intensidad.
No sé describir con palabras, y eso que a mí precisamente no me suelen faltar, el inmenso cariño que les profesabais. Era auténtica devoción. Aún me acuerdo como si fuese ayer mismo, de cuando tú, Papá, esperabas, pegado al ventanal del salón, su llegada. O la ingente cantidad de comida que nos tenías preparada, Mamá, tanto para comer ese día en vuestra casa, como para que nos la llevásemos, en esos envases que nos preparabas. Siempre les hacías lo que más les gustaba: tortilla de patatas, croquetas, esa ensaladilla rusa que nos encantaba, .... Al fin y al cabo, lo mismito que antes de que ellos existieran, hacíais conmigo. Son tantas y tantas cosas, que necesitaría más de una vida a la hora de comentarlas todas. Pero lo iré haciendo poco a poco. No se me ha olvidado ninguna. Ni mucho menos.
Un beso muy fuerte Papis. Aquí os lo dejo. Hasta dentro de unas horitas.
Nota: debo comunicaros que no sois los únicos que estáis disfrutando de todos estos recuerdos filmados, que os estoy dejando en el Blog. Los videos de Iván bailando con su Academia de Baile, han gustado bastante. Más de un comentario he recibido al respecto.
Y en cuanto a los de Redueña, pues deciros que algunos de vuestros amigos los han visto también, y seguro que lo habrán pasado bien al recordar esos años, durante un breve, pero agradable ratito.