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martes, 9 de noviembre de 2010

Y AQUÍ ESTÁ LA SEGUNDA PARTE DE MI SORPRESA PARA VOSOTROS. SE LLAMA REDUEÑA.

Pues sí, tras esos videos de Sandra e Iván bailando con sus compañeros de la Academia de Baile, los que figuran justo debajo del presente post, os dejo estos otros, relacionados todos ellos con ese querido pueblecito de la Sierra madrileña que tantos buenos recuerdos os traerán, y en el que, os lo puedo asegurar, aún quedan muchos amigos y familiares vuestros que os siguen recordando.

Y lo sé, porque, de vez en cuando, nos pasamos por allí a hacerles una visita y a pasar un rato con ellos. Y de esa forma, vuelvo a pasear por esas calles que tantas veces recorrimos juntos. Pero no me quiero poner triste.

Se trata de algunas de esas pelis que hicimos, en los años 70, con el tomavistas que me regalasteis, que, como creo que ya os he comentado, aún sigo conservando, junto con las películas, el proyector y la pantalla para verlas. Lo he puesto un par de veces, y sigue funcionando de maravilla. No tienen muy buena calidad, y la duración de cada una, no excedía de los tres minutos, pero era lo que único que había en esos añitos. Además, tuvimos que pasarlas primero a VHS, con la consiguiente pérdida de calidad, y luego, digitalizarlas. Eso sí, peor ya no se van a ver.

En el primero, y ése ya está filmado con la cámara de super 8, puesto que se hizo en 1.993, se puede ver a esa perrita, de nombre Dina, que una pareja de amigos ( y ya sabéis a quiénes me refiero ), os confió, puesto que ellos se tuvieron que ausentar varios días. Les avisaré. Seguro que estarán encantados de volverla a ver, puesto que la querían mucho.



En éste, aunque de forma muy breve, está parte de la Procesión de Día del Cristo, que se celebra a mediados de Septiembre, durante las Fiestas Patronales del Pueblo. A ti Mami, se te ve perfectamente en él.



El siguiente video, está rodado, íntegramente, en la Plaza de Toros, cuando aún era de madera, y, además de aparecer tú, Papá, verás a un buen montón de conocidos. Eso sí, mucho más jovencitos que ahora. Hasta hay alguna cogida que otra.



Y, por último, uno en el que aparecen más personas que también reconoceréis, algunos amigos míos de la adolescencia, y con los que me lo pasé fenomenal, y, al final, de nuevo tú, Mamá, cuidando tus flores y guapa, muy, muy guapa.



Un beso muy fuerte Papis. Os quiero mucho, y os echo de menos. Luego, como cada noche, hablamos otro ratillo. Y por cierto, aún me quedan algunas sorpresillas más. En cuanto tenga otro ratillo, contad con ellas.

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