FELIZ CUMPLEAÑOS PAPÁ.

Hola Papá. Otro año más, no tengo la posibilidad de abrazarte ni de darte un beso para desearte feliz cumpleaños.

Durante más de cuatro décadas, que se dice pronto, hemos pasado este día juntos. Pero desde hace ya algunos, no lo celebramos. Y me da mucha rabia no hacerlo.

En fin. Nada podemos hacer al respecto. Espero que pases muy bien este día, allí donde estés, en compañía de Mamá, de tu hermana, la tía Marina, de su marido, el tío Guillermo, de tus padres, los abuelos Agustina y Tomás, de los de Mamá, María y Manuel, y del resto de familiares y amigos que seguro te acompañan, y dales un fuerte abrazo de mi parte. Diles que no me he olvidado de ninguno de ellos y que los sigo queriendo. Algún día nos volveremos a ver. Ya sé que no tenéis prisa ninguna en que eso pase, por lo que representaría. Pero tarde o temprano pasará. Y tendremos todo el tiempo del mundo para volver a estar juntos.

Que sepas que te quiero muchísimo Papá. Gracias a ti, y, por supuesto a Mamá, por dedicar vuestra vida a cuidarme, y por quererme tanto. Gracias por el amor que sentís por vuestros nietos y por el resto de la familia.

Como ya sabéis, están de vacaciones. Los resultados académicos han sido, como también os adelanté, excelentes. Iván muy bien. Y Sandra, …, bueno, lo de Sandra es realmente increíble. Sé, y vuestros nietos también lo saben, lo orgullosos que estáis de ellos.

Casi todos los días hablamos de cosas relacionadas con vosotros, de una u otra forma, y siguen acordándose de vosotros. Os quieren mucho.

El lunes pasado se celebró la exhibición de baile de la Escuela de Iván. Estuvo fenomenal. ¡¡¡ Madre mía, cómo baila el tío !!!. Hicieron 5 coreografías. En una de ellas, Iván hacía de Michael Jackson, con peluca y todo. Baila de maravilla. Yo lo estaba grabando en video con la cámara, y pude oír a la gente que se sentaba a mi lado, admirada con, según sus propias palabras, “ ese chico que baila tan bien “. Me sentí muy orgulloso.

Cuando tenga tiempo, pasaré el video al ordenador y os lo pondré aquí. Aunque estoy bien seguro de que ya estuvisteis viéndole ese día, ¿ a que sí ?.

Bueno, voy a seguir trabajando un ratillo. Ya sabéis lo complicados que son estos dos meses para mí.

Un beso muy fuerte querida Mamá. Y otro muy grande para ti Papá.

¡¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS PAPI !!!.

AYER ME LLEVÉ UNA GRAN, AUNQUE ESPERADA, ALEGRÍA.

Hola Papis. Aunque ya son casi las 10 y media de la noche, aquí sigo, en el despacho, peleando con el ordenador, que se resiste a hacer funcionar bien el programa para confeccionar las Declaraciones de la Renta. Este año, no lo han hecho demasiado bien, está siempre a punto de “ colgarse “, y va como a tirones. Y lo peor es que ocurre igual en todos los ordenadores que tengo, tanto aquí como en casa. En fin, espero solucionarlo de alguna forma para acabarlas todas a tiempo.

Pero, como siempre, no todo van a ser malas noticias, y ya sabéis que a mí me encanta pensar en positivo y ser optimista ( a pesar de lo que podáis pensar si leéis algo de lo que publico en el otro Blog, al respecto de la complicadísima situación en la que vivimos inmersos últimamente, a todos los niveles ).

Aunque hasta la semana que viene, el martes si no me equivoco, no les dan a los niños las notas en el Instituto, ellos ya no tienes que volver a clase, salvo ese día para recogerlas. Ahora sólo están acudiendo los alumnos con asignaturas pendientes, para intentar recuperarlas y no tener que ir a septiembre.

Pues bien. Ellos no tienen que hacerlo.

De nuevo, y como todos los años desde que comenzaron sus estudios, están en casa, y han superado, muy holgadamente, un nuevo año escolar.

Ya saben las notas aunque aún no se las hayan entregado, y todo fenomenal.

Iván muy bien. Varios notables, algún sobresaliente y, todo hay que decirlo, uno o dos bienes. Ya le conocéis. Es un poco vaguete. Tiene la gran suerte de contar con una capacidad increíble a la hora de memorizar lo que le explican en clase, y eso hace que se confíe y no dedique más horas a los estudios. Se pone a ello a diario, pero se despista mucho, y hay que seguir encima de él. Pero no importa. Lo que sea con tal de llevarnos, cada año, esta tremenda alegría.

Y Sandra, ............, ¿ que puedo deciros que ya no sepáis ?. Es increíble. Aunque no tenga la memoria de su hermano, ella lo suple, a base de pasarse las horas muertas repasando sus lecciones. Sin que nadie la diga nada. Pero nada de nada. Se ha pasado el curso estudiando como una loca, haciendo trabajos, escribiendo, leyendo, liada a diario con sus deberes y exámenes. Sin protestar nunca. No es porque sea mi hija. Sabéis que siempre me ha gustado ser objetivo. Pero es que la veo tan responsable, tanto en sus estudios como en el resto de aspectos en su vida, que me siento muy, pero que muy, orgulloso de ella. Y, por supuesto, también de Iván. Sólo queda pulirle un poquito. Pero es un chico con un corazón enorme y muy sensible. Y no veáis como baila. Cada año mejor. La semana que viene hacen la exhibición en su Escuela de Baile. Es una especie de homenaje a Michael Jackson. ¿ A que no adivináis quién le interpreta en el espectáculo ?.

Eso sí, las trifulcas diarias entre ellos, no se han acabado. Ni mucho menos. No saben vivir separados el uno del otro. Pero es llevar diez minutos juntos, y comenzar automáticamente a discutir. Algún defecto debían tener. Bueno, ya cabezones son como ellos solos.

Volviendo a los resultados escolares de Sandra, ya os contaré la semana que viene, pero sólo os diré algo. Ha sido la alumna de su curso que mejores notas ha obtenido. Nadie, pero nadie, nadie, las ha sacado mejores que ella. Si a eso le unimos los maravilloso resultados de años anteriores, sobran las palabras. De seguir así, que nadie lo puede asegurar, conseguirá aquello que se proponga en la vida. Hasta los profesores la han felicitado.

Esta tarde, mientras permanecía encerrado en la Oficina, he visto pasar a un montón de chicos por la calle, paseando, jugando, ... , y bueno, haciendo un poco de todo. Algunos es prácticamente seguro que repitan. A otros les han quedado un buen montón de asignaturas. Pero parece que no les importa, ni a ellos ni, lo que aún es peor, a sus padres. No entiendo esa actitud. La respeto, pero no la puedo comprender.

Ahora, eso padres, en el mejor de los casos, se echarán las manos a la cabeza. No se acuerdan de lo poco, o nada diría yo, que se han preocupado el resto del año escolar por sus hijos. De hecho, no sé si les afecta demasiado que sus hijos se vean obligados a repetir, o pasen con varias asignaturas pendientes al siguiente curso. Lo dudo mucho.. El caso es seguir empleando su tiempo libre en otras actividades mucho más placenteras, aunque ello suponga descuidar, de forma absolutamente irresponsable y más bien temeraria, la educación de sus hijos. Eso, cuando no les da por ir a culpar de esa situación a los profesores, llegando a amenazar e incluso a atentar contra su integridad física. En fin, ¡¡¡ allá ellos !!!.

¡¡¡ Cuánto lamento que no estéis aquí para darles un fuerte abrazo !!!. Pero bueno, lo importante es que sé lo mucho que os alegra, y lo importante que es para vosotros seguir estando orgullosos de ellos. Y no os faltan motivos para estarlo, os lo aseguro.

Un beso muy fuerte Papás. Os quiero mucho.

AYER TUVE GUARDIA EN EL COLEGIO, Y, ADEMÁS, LA OCASIÓN DE VOLVER A TENER ENFRENTE A ALGUIEN A QUIEN NO VEÍA DESDE HACÍA CASI DOS DÉCADAS.

Como en otras muchas ocasiones desde hace ya más de 20 años, ayer estuve de guardia en el Colegio de Abogados. Como ya sabéis, en este Turno, el de Asistencia al Detenido, nos puede tocar ir a cualquier Juzgado o Comisaría de la Comunidad de Madrid.

Desde que comencé a hacerlas, siempre he tenido el inmenso placer de llevar a un copiloto muy especial, que me ha acompañado en todas y cada una de ellas. A ti, querido Papá.

Como siempre, la primera llamada tiene lugar, de forma violenta e intempestiva, y sin remordimiento alguno, sobre las 7 o 7 y media de la mañana. No tienen consideración alguna. La última vez, era para comunicarme que me tocaba ir a los Juzgados de Plaza de Castilla, y que estuviera allí sobre las 10 de la mañana. Le comenté que bien estaba que avisasen con tiempo, pero que no era necesaria tanto, Con que me avisaran a las 8 y media, ¡¡¡ que ya está bien !!!, era suficiente para que llegase a esa hora.

En cuanto recibía la llamada, te avisaba y pasaba a recogerte. Tú fuiste mi guía durante todos esos años. Sabías llegar a cualquier sitio, conocías todas las direcciones y me ibas indicando por dónde me tenía que meter, hasta llegar a nuestro destino. Y sin GPS ni nada parecido.

Ahora no tengo más remedio que llevar uno. Pero, por supuesto, no hoy comparación posible. Te prefiero mil veces a ti.

Siempre me invitabas a desayunar en la localidad a la que nos tocaba acudir. Lo hemos hecho en muchos sitios: Aranjuez, Torrelodones, Parla, Pinto, Getafe, Algete, El Escorial, Villalba, …, y en un montonazo de barrios de Madrid.

Incluso cuando ya no podías comer alimentos sólidos, me seguías invitando y, aunque parezca mentira, disfrutabas sólo con verme comer a mí. Lo mismo que hacías cuando comíamos toda la familia en casa, como ya he contado en este Blog, y tú te limitabas a mirarnos con una sonrisa de oreja a oreja. No todo el mundo, incluido yo mismo, sería capaz de hacerlo. Pero claro, no muchos pueden presumir de tener la entereza y corazón que tú posees. Ni de eso, ni de muchas cosas más.

Esperabas pacientemente en el coche, o dándote una vuelta por los alrededores, hasta que yo salía del Juzgado o Comisaría. Leías el periódico, o esa revista que tanto te gustaba, la de Segunda mano. Y a veces, pasaban 3 y 4 horas hasta que volvía. No te importaba. Estabas con tu hijo y eso te encantaba.

Volvíamos a comer con mamá a casa y luego seguíamos con la tarea.

¡¡¡ Cómo me gustaría poder seguir viéndote sentado, a mi lado, en ese asiento de copiloto !!!.

Muchas veces lo miro. Está vacío. Pero yo tengo la sensación de que tú, de alguna forma, estás en él. ¿¿¿ A que sí, Papi ???. Pues claro que sí. No te lo perderías por nada del mundo.

¡¡¡ Nos habéis demostrado vuestro amor de tantas formas distintas !!!. Muchísimas gracias Papás.

Cambiando de tema, por la tarde, tuve ocasión de reencontrarme con una personita a la que hacía casi 20 años que no veía.

Ya sabéis lo mucho que me gusta volver a encontrarme con la gente que, de una u otra forma, han formado parte de mi vida, y a la que, como no podría ser de otra forma, la tengo un cariño muy especial.

Ya lo he hecho con compañeros del Colegio. Y tuve suerte, Logré ver, por ejemplo, y en varias ocasiones, a mi querido, y recordado, amigo José Luis, al que conocéis a la perfección, a tiempo. Y digo esto, porque, como también sabéis, el pobrecito falleció tan solo un año después. Para que luego digan que el destino no existe. Y eso no es lo más importante. Conseguí hablar con él cuando ya no lo esperaba, puesto que, casi sin fuerzas, y estando prácticamente en coma desde hacía varios días, al oír el sonido del móvil de su mujer, que había salido a hablar con los médicos, despertó y descolgó. Ya lo conté en el otro Blog. Fue un verdadero milagro. A las pocas horas, y sin poder hablar con nadie más, exhaló su último suspiro.

Pues bien, ayer, por la tarde, tomé una coca-cola ( ya sabéis lo mucho que me van las bebidas fuertes ), con una amiga muy especial. Una amiga con la que pasé muchos momentos inolvidables, tras conocerla en la Universidad en la que ambos estuvimos estudiando. Su nombre seguro que os suena: Virginia.

Un estupenda persona, alegre, divertida, extrovertida, y muy, muy simpática, que, aún con el paso de los años, sigue conservando esa sonrisa tan bonita que siempre tuvo y ese sentido del humor que yo tanto valoro en las personas.

La vida ya nos da suficientes disgustos, y si no que me lo digan a mí, como para pasarla privados de ese sentido tan importante o más que los otros cinco. Y ella lo sigue conservando. Deseo, de todo corazón, que no lo pierda, pase lo que pase. Lo demás da igual. Pero el sentido del humor no hay que perderlo nunca. Hay que saber reírse hasta de uno mismo.

Mientras la oía hablar, y al escuchar esa risa que tan familiar me era, parecía como si no hubiesen pasado años, sino, como mucho, semanas, entre esta reunión y la última vez en que estuvimos juntos.

Me alegré mucho de volver a verla. Y, es de suponer, que a ella también le gusto. Al menos corriendo no salió, jajaja.

Aunque el paso de los años nos va marcando, de forma inexorable, a todos, puedo aseguraros que a algunas personas, no les afecta tanto como a otras. Algo hemos cambiado, naturalmente, pero aún nos conservamos en buena forma, al menos, exteriormente.

Fue un buen día y lo pasamos de rechupete recordando viejos tiempos. Espero que no tengan que transcurrir otros veinte años para volver a echar unas risas juntos. Seguro que no.

Bueno, voy a terminar unas cosillas del trabajo mientras oigo algo de música, y me iré a la cama. Luego hablamos un ratito más.

Un beso muy fuerte, Papis.