Ads by Smowtion.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Un pequeño resumen.

Buenas noches Papis. Vuestro único hijo al habla.

Quiero empezar este Blog, haciendo un repaso de lo que tristemente nos tocó pasar juntos, hace ya algunos años, aunque, como ya sabéis, a mí me parezca algo mucho más cercano en el tiempo.

Había transcurrido justo un año y tres meses, desde que fallecieras, papá, cuando, hace dos años, casi de repente, y sin esperarlo, otra de las personas más queridas y fundamentales en mi existencia, tú, mamá, pasaste por la misma situación.

Papá, tenías sólo 76 años. Llevabas casi diez, luchando contra ese maldito y terrible cáncer. Durante nueve años y medio, venciste la batalla y pudiste llevar una vida casi normal, salvo en momentos muy concretos. Además, tenías un aguante y una fuerza, que reconozco yo no tengo ni lo llegaré a tener jamás.

En los últimos 6 meses, esa odiosa enfermedad te fue consumiendo, poco a poco, pero de forma inexorable. Y el temido momento llegó justo el día anterior al que íbamos a celebrar la Comunión de tu muy querida, más bien adorada, nieta, Sandra. Tuvimos que posponerla. Lo recuerdo como si hubiese ocurrido hoy mismo. Dos días antes de la ceremonia, y aún con las poquísimas fuerzas que te restaban, incluso te habías llegado a probar el traje ( te lo había comprado mamá, ¿ te acuerdas no ? ) que te pondrías para estar junto a tu nieta, ese día tan importante para todos. Cuando me iba de tu casa y al abrazarte y darte un beso, te dije " Venga papá, descansa, que pasado mañana vengo por ti ". Y tú me contestaste, desde la cama que tanto te costaba abandonar, y sonriendo a pesar del intenso dolor que experimentabas, " Hombre hijo, pues claro que sí, no lo dudes ". Pero no. No pudo ser. Tu cuerpo no aguantó. Cualquier abuelo estaría entusiasmado ante la Comunión de su nieta, pero lo tuyo, ..., lo tuyo era auténtica pasión. La familia era tu vida. Nos has querido, y sé que aún lo haces, de forma exagerada y super protectora. Gracias Papá, muchísimas gracias. Yo también te quiero, y mucho, pero tampoco en eso me pudo comparar contigo.

El destino, sin tiempo alguno para recuperarme, hizo que reviviera una situación idéntica. Esta vez, contigo, mi muy querida madre. Tenías 73 años. Siempre habías dicho que no tendrías la misma vitalidad y ánimo que papá, en el supuesto de tener que hacer frente a algo parecido. Pues no fue así mamá. Te comportaste con una fuerza y una templanza, que para mí la quisiera yo en muchos momentos de mi vida. Hablaste conmigo hasta el final, consciente de lo que te iba a pasar, y sin perder la tranquilidad en momento alguno. Sólo dejé de oír tu voz, un par de horas antes de que llegase el fatal momento.

Desde aquí, un beso muy fuerte para ambos, porque, como he comentado en el anterior post, yo sé que nunca os habéis querido perder nada de lo que yo hiciera, para bien o para mal, y seguro que también leéis este Blog. No hace falta que os lo diga, porque lo hago a diario, pero os sigo queriendo y, más tarde o más temprano, volveremos a vernos. Estoy completamente seguro de ello. Y, como también sabréis, vuestros nietos tampoco se olvidan de vosotros ( sus, como ellos os llaman, queridos Yoyos Juan y Mari ). Tienen vuestras fotos puestas en sus habitaciones ( las han colocado ellos por iniciativa propia, de hecho, las han cogido sin que me enterara ). No será la primera ni la última vez, cuando pasan al lado de alguna de las demás que hay por casa, que se detienen frente a ellas, y les he pillado llorando ( recuerdo que en una ocasión, Iván me comentaba, delante de una de esas fotos, lo mucho que le gustaría que sus yoyos pudieran estar allí, con él ). Y eso a mí, como podéis suponer, me emociona y me llena de orgullo, porque siguen demostrando, aún con el paso del tiempo, y a pesar de su corta edad, que no os olvidan y que os quieren muchísimo.

Me voy a la cama papis. Un beso muy fuerte y hasta mañana.

No hay comentarios:

HAZ CLICK AQUÍ.