Hola papis.
Hoy os voy a contar algo, aunque debo suponer que ya estaréis enterados, que os va a alegrar un montón.
Ya sabéis que a un gran amigo vuestro, y también mío claro está, Víctor, le habían tenido que operar urgentemente, tras detectarle un tumor. Por suerte, la operación fue muy bien y la zona quedó limpia. Aún así, sus médicos han querido asegurarse, y lleva varios meses con quimioterapia, pero ya ha terminado. Le dejó muy débil. Es como tú papá, tiene una fortaleza admirable y se está recuperando muy rápidamente. Además, es un tratamiento infernal y tremendamente destructivo. ¡¡¡ Qué te voy a decir que no sepas !!!.
Ahora le tienen que dar unas sesiones de radio, pero ya no le afectan tanto.
He llamado a su casa, cosa que hago regularmente. Siempre me cogía el teléfono su mujer, Matilde, puesto que, como os digo, se encontraba muy debilitado. Le hemos visitado unas cuantas veces en casa y lo cierto es que se emociona mucho, puesto que ambos nos acordamos continuamente, y más ahora, de vosotros. En más de una ocasión, se nos han saltado las lágrimas a ambos. Se acuerda mucho de ti Papá. Estando con ellos, es como si también vosotros estuvierais allí. Con nosotros. Como siempre.
Pues bien, hoy me he llevado una grata sorpresa. Ha sido él quien me contestado. Acababan de llegar a casa, puesto que venían de una de esas sesiones. Me ha confirmado que se encontraba mucho mejor y, lo que aún es más importante, me ha parecido mucho más animado. Ha sido para mi una gran alegría. Ya le dije yo que la radio no tenía nada que ver, ni mucho menos, con la quimio. Y así ha sido.
Me ha comentado que, el otro día, estuvo con vuestro común amigo José, y que hablando de todo esto, le dijo que no podía dejar de pensar en lo que te ocurrió y, antes que a ti, lo que le pasó a Pedrito, otro de la panda con la que solíais alternar, y que pensaba que él iba ser el siguiente.
Ya le he dicho que eso no va a ser así. Tú tuviste muy mala suerte y aún así, aguantaste más de diez años desde que te detectaron esa maldita enfermedad. A él, en principio, se lo han detectado y extirpado a tiempo. Así que estoy completamente seguro de que saldrá de ésta. Es muy fuerte y lo va a superar. Estoy absolutamente convencido de ello.
Si no pasa nada, el sábado nos pasaremos a verle. Ya os contaré.
Hoy os voy a contar algo, aunque debo suponer que ya estaréis enterados, que os va a alegrar un montón.
Ya sabéis que a un gran amigo vuestro, y también mío claro está, Víctor, le habían tenido que operar urgentemente, tras detectarle un tumor. Por suerte, la operación fue muy bien y la zona quedó limpia. Aún así, sus médicos han querido asegurarse, y lleva varios meses con quimioterapia, pero ya ha terminado. Le dejó muy débil. Es como tú papá, tiene una fortaleza admirable y se está recuperando muy rápidamente. Además, es un tratamiento infernal y tremendamente destructivo. ¡¡¡ Qué te voy a decir que no sepas !!!.
Ahora le tienen que dar unas sesiones de radio, pero ya no le afectan tanto.
He llamado a su casa, cosa que hago regularmente. Siempre me cogía el teléfono su mujer, Matilde, puesto que, como os digo, se encontraba muy debilitado. Le hemos visitado unas cuantas veces en casa y lo cierto es que se emociona mucho, puesto que ambos nos acordamos continuamente, y más ahora, de vosotros. En más de una ocasión, se nos han saltado las lágrimas a ambos. Se acuerda mucho de ti Papá. Estando con ellos, es como si también vosotros estuvierais allí. Con nosotros. Como siempre.
Pues bien, hoy me he llevado una grata sorpresa. Ha sido él quien me contestado. Acababan de llegar a casa, puesto que venían de una de esas sesiones. Me ha confirmado que se encontraba mucho mejor y, lo que aún es más importante, me ha parecido mucho más animado. Ha sido para mi una gran alegría. Ya le dije yo que la radio no tenía nada que ver, ni mucho menos, con la quimio. Y así ha sido.
Me ha comentado que, el otro día, estuvo con vuestro común amigo José, y que hablando de todo esto, le dijo que no podía dejar de pensar en lo que te ocurrió y, antes que a ti, lo que le pasó a Pedrito, otro de la panda con la que solíais alternar, y que pensaba que él iba ser el siguiente.
Ya le he dicho que eso no va a ser así. Tú tuviste muy mala suerte y aún así, aguantaste más de diez años desde que te detectaron esa maldita enfermedad. A él, en principio, se lo han detectado y extirpado a tiempo. Así que estoy completamente seguro de que saldrá de ésta. Es muy fuerte y lo va a superar. Estoy absolutamente convencido de ello.
Si no pasa nada, el sábado nos pasaremos a verle. Ya os contaré.
Un beso Papás. Os quiero mucho.
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